Cómo trabajo

Mi principio básico es que no hay persona igual, no hay problema idéntico. Por tanto, hago trajes a medida, intentando fomentar el cambio como algo natural, propio de la forma de hacer las cosas de cada uno.  Eso no significa que cambiar no implique trabajar en pro de aquello que nos va hacer sentir más cómodos en nuestra piel y en nuestra vida, sino que ese cambio lo sentiré como propio de mí y coherente con los acontecimientos que constituyen la base de quién soy yo.

Para ello, profesional y cliente estamos en una postura de igualdad: tú, mi cliente eres un experto en ti mismo; yo, el profesional, soy experta en el cambio. Colaboramos y ambos somos agentes activos en el proceso transformador.

Utilizo el todo de la persona para fomentar ese cambio. No sólo su mente sino también sus emociones y su estar relacional con los demás y consigo mismo. Para ello, la flexibilidad en la intervención es mi credo: se trabajará con todos los canales disponibles, desde los más tradicionales  (las ideas y el comportamiento) hasta los más innovadores como la creatividad, el juego, el teatro, el cuerpo… Todos ellos serán instrumentos potenciadores del cambio.

Una de las cosas que activan que la psicoterapia sea eficaz, es que el trabajo, a parte de útil, sea atractivo. Para ello, pongo al servicio del cambio, instrumentos como la hipnosis eriksoniana, la estimulación bilateral para la resolución de problemas, la terapia estratégica, la escritura creativa, la arterapia…

Hacer que las crisis no sólo produzcan incomodidad, dolor, malestar, bloqueo…sino también aprendizaje, madurez, movimiento, sabiduría. Eso en realidad es el CAMBIO.